19 de marzo

En este momento estás viendo 19 de marzo

Por Avanti.

Los que inventaron esa forma tan especial de querer, los que te quieren sin tener que disfrazar el amor con frases de película.

La mano de un padre siempre tiene esa fuerza que da la seguridad del ganador, esa firmeza que otorga la dulzura verdadera.

Un padre es una chicotá de mármol a mármol, su preocupación vale doble, sus lágrimas el triple.

El que se quita el paracaídas en mitad del salto y te lo da; el que no ve peligroso que con cuatro años cortes un filete con las tijeras del pescado y sí se preocupa si con cuarenta tacos cambias de trabajo.

Los padres son esas personas capaces de comerse medio yogur de fresa entre las lentejas y el pescao frito mientras mirándote a los ojos te suelta un: “¿Tú que eres rico? Aquí no se tira nada”.

La manigueta donde agarrarse; el solo de “Silencio Blanco”; la uva que en finde año se te cae al suelo; la caña de pescar en la primera picada del verano.

El que en la Feria te dejaba jugar con el albero y llegar a casa con más mierda que un pony del Rocío y encima te decía “no te preocupes, ya te duchas mañana”.

El que te avisa del radar cuando aún te queda doscientos kilómetros para llegar. El que sabe la fecha de caducidad de tu DNI mejor que tu fecha de nacimiento.  El de la chaqueta oliendo a incienso.

El que nunca llega porque siempre está. La espera de la espera. Los que con su mirada no te dejan que pases de la retaguardia.

Los que con una tanza de pescar y un cuchillo plano son capaces de hacer la mudanza de cualquier Ikea.

Los que nunca se enteran de la hora de salida de extraescolares, los de “no se lo digas a tu madre, ¿vale?”, los de “tu novia te ha dejado porque eres un coñazo”.

Los que te mienten para no hacerte daño, los que te dicen la verdad para que aprendas.

Y es que querido amigo un padre es el tiempo sin tiempo.

Deja una respuesta