A Su Majestad el Rey Baltasar

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Por Raúl Delgado.

Al César lo que es del César y a Joseph Aloisius Ratzinger, lo que es al Papa Benedicto XVI, al caso lo mismo. Y es que su Santidad, con eso de estar más cerca de Dios, algo se traía entre manos en su libro la «Infancia de Jesús», cuando vino a decir, así de sopetón, que Sus Majestades Los Reyes Magos podrían ser de la antigua Tartessos, lo que viene siendo Andalucía. Y es que no se equivocó, aunque todos sabemos que los que nos dedicamos a esto de la historia, siempre nos dejamos algo sin contar.

Y ahora se destapa, que resulta que Benedicto llevaba más razón que un santo, aunque en su caso, no sé si estaría bien decirlo así. Y se calló que Su Majestad Baltasar, era más sevillano que las espinacas con garbanzos del Rincocillo. Porque decir tiene, que usted y yo sabemos uno del otro.

No ya porque desde pequeño le tengo abiertas a usted, a Melchor y Gaspar, las puertas de casa cada seis de enero; no ya porque usted y yo hemos debatido abiertamente sobre los rebañaores de ollas de menudo y de si Kadi City era mejor que Las ruinas romanas; no ya porque desde un Balandro gaditano hablábamos de nuestro Sevilla Fútbol Club, sin pensar en esos años, que en un futuro no muy lejano, un desmarque daría un giro a su vida y también porque a usted y a mí, nos llamaron locos por poneros por febrero dos coloretes y decir, soy carnavalero, viva el carnaval. Ah, lo de los pre-paraos, todo el mundo tiene un pasado, vamos a dejarlo como está.

Si, de algo le conozco su majestad, gracias por cada año colarse en mi casa, la noche, la vuestra, esa que es mágica allá por enero y es como bien dijeron unos niños en clase, yo hago mi carta a los reyes magos. A ustedes, así es y así le hago saber a mi hija, esa que, como todos los niños, bien tenéis vigilados todo el año para saber si han sido buenos o malos. Y este año ya le puedo decir, cuidado, a portarse bien, que a Baltasar lo conozco.

Sí, este año sí, tengo el placer de decir, Sr. Baltasar, cuidado con lo que dejas en casa el próximo año, nada de calcetines ni pañuelos, usted bien sabe que todo lo que suene a Cádiz y su carnaval, bien recibido será. Eso sí, como ya le he dicho estos días, la colección de Paco Alba, no se toca. La llave, donde siempre está, eso es algo entre ustedes y yo.

Mi carta Sr. Baltasar, breve, que, seguro que tendrá en estos días de verano, mucho que preparar, muchas llamadas que atender, muchas cartas que leer. Ah, que como dije al principio, me dejaré algo sin contar de usted, solo digo que se apellida como aquel loco de nombre Jesús, otro andaluz como él.

PD. Nos vemos pronto, Sr. Baltasar, o como a mí me gusta llamarle, Fede, así por la cercanía. Un abrazo de este niño.