Por Avanti. Contador de Pamplinas.
No es ser bueno o ser malo…es que te recuerden con una sonrisa mientras brindan por tu memoria.
La mayoría de las personas sólo pisan el cementerio en días como el de hoy, pues yo ni eso. Soy más de poner una cerveza en un vaso vacío por cada recuerdo bueno de esa persona añorada.
La muerte es demasiado aburrida si nos la tomamos en serio, ya sé que es muy jodido eso de leer el cartelito de “ENTRADA TANATORIO” a primera hora de la mañana, ya lo sé. Pero para eso el hombre hizo el invento mayor de la historia moderna:
“El bar del tanatorio”
Exacto, ese que abre de 00:00 a 24:00 horas…el único bar que le echa cojones a las bibliotecas de guardia.
Yo no he visto un sitio que haya alegrado más a la humanidad que ese pequeño reducto donde las cervezas se piden siempre en grupos y se pagan las rondas con la alegría de saber que también se invita al que pegó el “venga de frente con él” definitivo.
Los “santos” en mi pueblo no se recuerdan solo un día, los “santos” en mi pueblo se recuerdan todo el año, en esos momentos que hacen que descorchemos una sonrisita y una mirada al cielo.
Brindas por su memoria cada vez que subes de la playa, cuando bajas a la Ría, cuando te asomas al balcón y ves la primera Cruz de Guía, cuando te tomas una “cervecita” a deshora…en mi pueblo el día de todos los santos debería de bautizarse con un: “No puedo dejar de acordarme de ti”
Bueno amores os dejo que he quedado con mi abuela para tomarme una “cervecita a deshora” y decirle que ya quisiera la de la copla tener los ojos verdes que tiene ella.