Por Raúl Delgado.
Ahora que dicen que para el año que viene hay carnaval, con su fiesta, su concurso y sus tablaos. Ahora que parece que el bicho malo del Covid se está yendo, vas tú y nos dejas así sin más.
Que pasa, ¿has cogido la carreta de tu prima para no volver? Eso no se te perdona Manuel. Que pasa, ¿qué allá donde vas no hay gracia ni salero ni compás y por eso te llaman? Pues le podías haber dicho a esa, que como dijo Aragón, trae vino y rosas para merendar, que se esperara una mijita. Aunque conociéndote, tú que no le dices no a nada, vas y le dices que sí.
Tú que, junto a los tuyos, junto a tu chirigota, más de Sevilla que la calle Feria, tirasteis del carro de ese carnaval que se venía en declive para llevarlo a lo más alto.
Que tú y yo nos conocemos Manuel y sé que ahora como siempre, estarás riéndote, como lo hacías en los ensayos, que no sé qué era peor, eso o lo que te costaba trabajo aprenderte las letras. Que tú y yo sabíamos que Cádiz tira y que tú la veías de reojo, así como no queriéndola ver, pero sabiéndola sentir.
Y ahora vas y te vas, así sin avisar, sin decir nada. Sin avisar a los tuyos que sabías que podían montarte una fiesta de gran categoría, porque tú te lo merecías y lo sabes. Eso está muy feo Manuel, ahora que, ahora que pasa, no pienso olvidarte, los genios no se olvidan, la gente como tú permanece en el sonido del 3×4 chirigotero a son de caja y bombo, permanece lo que fuiste, la cabra loca que decías ser.
Así, no había más que mostrar. Anda que ya te vale irte sin avisar. Ya nos veremos paisano y venga que, si para algo te han llamado, es para liarla a lo grande como tu bien sabías.