Cáritas Diocesana de Sevilla ha presentado hoy, en el Palacio Arzobispal, la Memoria 2019 de la organización caritativa de la Iglesia. En la rueda de prensa dada por el obispo auxiliar don Santiago Gómez, y el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala,han destacado que «hemos tenido un aumento de las demandas del 35 %, siendo del 60% en zonas como Tres Barrios Amate, Polígono Sur, Torreblanca o Macarena Norte. Algunas Cáritas parroquiales están llegando a duplicar las ayudas».

Mariano Pérez de Ayala ha advertido de que esta crisis tendrá efectos más graves que los que tuvo la crisis económica de 2008  porque los datos arrojados hacen referencia solo a dos meses. Para ello, ha destacado que el 49 por ciento de las familias atendidas no disponen de recursos para pagar los gastos corrientes de su vivienda y que, según estimaciones realizadas, «una de cada cuatro familias que acude a Cáritas podría perder su casa por falta de ingresos».

«Además, empezamos a recibir ya las demandas de nuevas familias que acuden a Cáritas por primera vez o han vuelto después de mucho tiempo. Personas que trabajan en la venta ambulante y en actividades de ferias; personas empleadas de hogar o de la hostelería sin regularizar y, por tanto, sin derecho a posibles prestaciones, además de quienes han visto suspendida su relación laboral pero no han recibido todavía las ayudas de ERTES u otros mecanismos de protección».

Cáritas Sevilla también se ha valorado positivamente el Ingreso Mínimo Vital. «Cáritas venía demandando hace tiempo una renta mínima estatal configurada como derecho subjetivo para quienes se encontraran en situación de vulnerabilidad económica. Creemos que el Ingreso Mínimo Vital cumplirá una función de factor de estabilizador automático en épocas de crisis al generar una base mínima de protección para las personas que carezcan de ingresos».