Javier Compás.
Casa Tarín abrió en Febrero de este año, prácticamente con un mes de vida llegó el confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19. Como tienda de alimentación se ha mantenido abierta todo este tiempo, al principio como una isla solitaria en un centro de la ciudad desolado, ahora, con la vuelta a una vida más normal, preparándose para estos nuevos tiempos donde es posible que nada sea igual.
Joaquín Solís Tarín nos cuenta sobre la creación de este coqueto y acogedor espacio gastronómico y su vida en estos extraños apenas cinco meses de vida. Un establecimiento que quiere revivir el espíritu de los antiguos ultramarinos de calidad y que toma el nombre del apellido materno del propietario, una mujer que estuvo 14 años en las cocinas del Palacio de las Dueñas de la Casa de Alba.
Centro Histórico – Joaquín, nada más abrir llegó el tema del Coronavirus.
Joaquín Solís Tarín – Al ser tienda de alimentación hemos podido seguir dando servicio. Al vender pan y otros productos de primera necesidad, hemos abierto todo el periodo de confinamiento. Aparte también tenemos una selección de conservas, salazones, dulces, aceites de oliva y una bodega de vinos importante.
CH – Y le prestas mucha atención a los productos de cercanía, de Andalucía y muy en particular de la provincia de Sevilla.
JST – Sí, procuro ofrecer muchos buenos productos de nuestra zona. Tengo por ejemplo una importante selección de vinos de Jerez, muy buscados por los turistas, sobre todo por los franceses, que vienen a buscarlos expresamente y además los conocen bien. También aceites de oliva, conservas, en fin, de todo.
CH – Volviendo al tema del COVID-19, habrá sido una sensación extraña ser de los pocos locales abiertos durante el confinamiento.
JST – Muy raro. El barrio de Santa Catalina es un barrio alegre y bullicioso, al estar cerrados todos los bares del entorno era una sensación desoladora, sobre todo los dos primeros meses no se veía a nadie por la calle, vendíamos algo por las mañanas, pero por las tardes apenas veíamos a alguien.
CH – ¿Crees que se está volviendo a la normalidad o esto nos va a marcar para mucho tiempo?
JST – Yo creo que esto va a tardar porque además Sevilla en verano se queda bastante vacía, a lo que se añade la falta de turismo extranjero, esto se nota muchísimo. Creo que esto va a tardar meses en arrancar.
CH – Aparte de vender para la calle ¿hay algún tipo de degustaciones en el local?
JST – Sí, podemos hacer degustación de los productos que vendemos, abrir una botella de vino, probar unas chacinas o incluso alguna conserva.
CH – Conozco el local y me parece que está montado con muy buen gusto y un aire clásico pero actual.
JST – Es lo que pide el entorno. El local es una casa de 1834. Hubo una panadería muchos años, nosotros hemos descubierto los techos abovedados, con sus vigas de madera. Mi forma de concebir la estética me ha hecho darle ese aire de abacería o tienda de coloniales antigua.
CH – El confinamiento y el hecho de que la gente todavía esté más tiempo en casa ¿crees que favorece a negocios como Casa Tarín que vende buenos productos para consumir en casa?
JST – Indudablemente en estos meses se ha notado la compra para preparar buenas comidas hogareñas. Para mí el mundo gourmet, profesionalmente hablando, era desconocido y me ha sorprendido que la gente si tiene muchos conocimientos de los productos y los consumen.
CH – Tu madre era cocinera ¿te gusta a ti meterte entre fogones?
JST – Pues me gusta bastante, además a mi padre también se le daba muy bien la cocina y yo, la verdad, me atrevo con cosas (sonrisas).
CH – Hemos hablado de los vinos, me consta la buena bodega de Casa Tarín. En relación con los productos de Sevilla ¿están funcionando los vinos locales?
JST – Pues sí que los pide la gente, su consumo está creciendo. Yo tengo vinos de Lebrija, los vinos de Constantina de Bodegas La Margarita, que son muy buenos y los piden mucho, de Cazalla y también del Aljarafe, los vinos de naranja por ejemplo.
CH – Los turistas, en el poco tiempo que los habéis tratado ¿qué es lo que más buscan?
JST – Les gustan muchísimo nuestros vinos y los aceites de oliva. Es sorprendente como conocen los vinos españoles, sobre todo del Marco de Jerez, principalmente como decía, los franceses, que saben lo que compran, buscan los de calidad.
CH – Estáis trabajando en una web, creo que las circunstancias han dado un buen empujón a las compras on line.
JST – Es una tendencia actual, claro que todo esto del Coronavirus ha provocado que aún crezca más la venta a domicilio. Pero la venta on line nunca va a sustituir al trato humano, a la gente le gusta que le expliques de donde provienen los productos, su elaboración. De hecho teníamos previsto comenzar a realizar catas presenciales, no solo de vinos, explicar por ejemplo como se hacen los encurtidos, conservas, etc. Si Dios quiere lo pondremos en marcha para después del verano, ya veremos cómo va evolucionando todo.