La Fundación Asistencial Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que desde 2006 atiende a las personas que son víctimas de la pobreza y de la exclusión social, continúa trabajando en estos tiempos de pandemia en los que ven a diario colas ante su puerta.
Las necesidades que ha provocado el Covid hacen que cada vez sean más las personas que acuden a la Fundación para solicitar ayuda. Y es gracias la generosidad «de los hermanos de Pasión, a las aportaciones desinteresadas de socios y donantes particulares, a la acción inestimable de los voluntarios y también a una ingente labor de búsqueda y obtención de recursos (subvenciones, legados, herencias abintestato, concursos de obra social de entidades, etc)», han podido multiplicar su acción y el número de beneficiarios.
La Fundación Asistencial Nuestro Padre Jesús de la Pasión tiene su origen en la labor de Caridad de sevillana Archicofradía Sacramental de Pasión y orienta su actividad «especialmente hacia las necesidades de las personas mayores, la infancia, las personas con discapacidad, los inmigrantes y a todas aquellas personas que sufran la miseria, la marginación y la carencia de los recursos básicos para una vida digna». Para prestar esta asistencia, desarrollan su actividad en tres líneas fundamentales:
Distribución de alimentos y productos de primera necesidad, ayudas a Instituciones públicas y privadas que atienden a colectivos especialmente vulnerables (mayores, niños, comunidades sin recursos…) y voluntariado.