El Real Alcázar culmina las obras de restauración de la Fuente del Jardín del Príncipe tras una inversión de 33.500 euros y reabrirá este espacio y el anexo Jardín de las Flores al público
La restauración de esta fuente del XVIII ha sido integral pero conservando su originalidad histórica y ha incorporado un nuevo sistema hidráulico con recirculación del agua que evita la acción calcárea y el deterioro, pues, de este elemento patrimonial
Tras finalizar la actuación, el Jardín del Príncipe y el Jardín de las Flores reabrirán a la visitas en los próximos días después de año y medio cerrados, primero por la pandemia y el establecimiento de un itinerario anti-COVID-19 y después por las obras de restauración
El Real Alcázar de Sevilla ha culminado ya las obras de restauración de la Fuente del Jardín del Príncipe, del siglo XVIII, que ha recuperado su funcionalidad y conservado los materiales y su estética, deteriorados por el paso del tiempo y la acción calcárea del agua de pozo de la que se surtía, entre otras razones. Una vez que ha terminado la intervención, que ha contado 33.500 euros de presupuesto –25.124 procedentes de una subvención concedida por el Ministerio de Cultura y Deporte en el marco de la convocatoria pública de ayudas para conservación, protección y difusión de los bienes declarados Patrimonio Mundial por la Unesco–, el monumento prevé reabrir al público en los próximos días el Jardín del Príncipe y el anexo Jardín de las Flores, que permanecían cerrados al tránsito desde el inicio de la pandemia de la COVID-19 y, en los últimos meses, debido a estos trabajos de restauración, completándose así el itinerario tradicional de la visita.
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, ha supervisado, junto con el alcaide del Real Alcázar, Román Fernández-Baca, el final de la actuación patrimonial y ha asistido al momento en el que el agua volvía brotar del surtidor. Se ha respetado al máximo la originalidad y la estética histórica de la fuente, según ha comentado el delegado, quien ha felicitado al equipo de restauradores, encabezado por Maribel Baceiredo. “Esta intervención forma parte de la continua inversión para conservación y restauración de los elementos patrimoniales del monumento, y más concretamente sobre las fuentes y los estanques”, ha añadido Muñoz. Ahora, la del Príncipe entra en el programa permanente de conservación preventiva.
La fuente en cuestión se ubica en el Jardín del Príncipe –junto al Palacio Mudéjar y llamado así en honor del único hijo varón de los Reyes Católicos, el príncipe Juan, nacido en el Real Alcázar en 1478–, está datada en torno a 1760-1770 y fue objeto de una intervención de conservación hacia 1975. Se trata de una fuente de planta hexagonal que consta de una pila circular de mármol blanco con un pequeño surtidor de bronce y está asentada sobre una base cuadrada del mismo material.
Además del deterioro de sus materiales por el paso del tiempo y la formación de gruesas capas de concreciones calcáreas que recubrían el interior del estanque y los elementos pétreos debido al elevado nivel de minerales, sales de calcio y magnesio del agua de pozo de la que se nutría, presentaba una deficiente cimentación debido a las filtraciones en el terreno. Se surtía del agua del aljibe del Chorrón –y este, a su vez, de pozos– mediante caída libre, es decir, sin motor que la impulsara a través de las conducciones. Pérdidas de pasta y vidriado, fracturas y microfracturas de piezas, falta de cohesión de la pasta, cromatización oscura de la piedra por la actividad microbiológica son algunas de las patologías que revela este elemento patrimonial. Para proteger los elementos cerámicos del suelo, se han colocado macetones en los pasillos que impiden las pisadas de las visitas.
El proyecto de restauración, que atiende al principio de mínima intervención para respetar su originalidad histórica –es decir, en ningún momento se puede trastocar su composición artística y estética, siendo el objetivo prioritario la recuperación de la integridad original–, ha abarcado a la fuente en sí, piezas cerámicas y elementos pétreos. Se ha renovado, además, el sistema hidráulico, nutriéndose ahora del agua de la red urbana y no de pozo, para así evitar los problemas calcáreos. Antes de la intervención, el equipo de restauración desmontó por completo la fuente y sus elementos cerámicos. Previamente, se realizaron estudios analíticos, geológicos y microbiológicos y un trabajo de documentación, así como pruebas y ensayos de idoneidad de los tratamientos de limpieza y consolidación. A partir de estos estudios, se ejecutaron trabajos que incluyeron limpieza mecánica y química, tratamiento microbiológico, revisión de toda la superficie cerámica y de la fijación del vidriado, construcción de una nueva cimentación previa extracción de las piezas del solado exterior, relleno de oquedades, consolidación de los soportes cerámicos, pétreos y metálicos, reintegración de piezas, protección frente al desarrollo de microorganismos e instalación de un nuevo sistema hidráulico con un circuito de recirculación del agua con bomba de impulsión.
El Real Alcázar incluyó la actuación sobre este elemento patrimonial en 2016 dentro de su programa de restauración de las fuentes del conjunto monumental. Se está interviniendo sobre todas ellas de forma escalonada, y así se ha hecho en las fuentes de la Danza, de las Damas y la Fuente Real, con un presupuesto de 141.000 euros, y se proyecta la restauración integral del Estanque de Mercurio, que prevé la recuperación de todos los surtidores de agua originales y tendrá una inversión de 200.000 euros, aproximadamente.
La riqueza cerámica
La Fuente del Jardín del Príncipe es de planta hexagonal, con una pila circular de mármol blanco y un pequeño surtidor de bronce asentada sobre una base cuadrada del mismo material.
El estanque hexagonal rehundido está revestido con azulejos de técnica lisa monocromos y polícromos tanto en el solado como en los alzados. Son azulejos polícromos tipo Deflt con distintos motivos en los alzados, mientras que en el suelo se combinan con olambrillas y guardillas decorados también tipo Deflt formando una composición hexagonal. El borde del estanque se conforma con escuadras en azul y blanco.
El pavimento perimetral, que mantiene la planta hexagonal de la fuente, posee un esquema compositivo muy elaborado y compuesto por ladrillos bizcochados de pasta clara y rojiza, azulejos monocromos blancos y azules y azulejos, olambrillas y guardillas pintadas a pincel en colores y alizares pintados de azul. Todo el perímetro exterior lo cierran escuadras en azul y blanco.
En la fuente confluyen cuatro pasillos del jardín dispuestos en cruz con pavimentación de ladrillo y escuadras azul y blanco en los laterales.