Por Raúl DG. @Rauldga.
«Cuentan que había una trastienda, en el almacén del lao su casa, donde una vez cerrá la puerta, siempre ensayaba una comparsa»…
Palomar, quien te iba a contar a ti, flamenco y callejero, que, en ese lavaero donde «La botica» ensayaba esas coplas, hoy te parieran pregonero. Quién sabe, si así lo han querido desde el Cielo de Cádiz, que le des voz, al pregón del carnaval, tu carnaval, nuestro carnaval gaditano.
Ya contó bien, Anabel Rivera, como te dio eso de tomarse en serio el flamenco, de rodearte de guena gente, para crear «Levantito», aunque posteriormente ese viento te dejará en un camino, que así quisiste recorrer en solitario. Tú, que conoces bien esos dos universos musicales tan propios de Cádiz, el flamenco y el carnaval, una simbiosis de un diálogo eterno desde que se conocieran en aquella esquina, por esos años del XIX.
Esto no ha hecho más que empezar, el carnaval gaditano del próximo año comienza a prepararse, a cocinarse a fuego lento. Hoy, nos dice que David Palomar, será su pregonero y que tan solo ha bastado una conversación con su amigo Jose María González «Kichi», ese que sólo ha tenido que sentarse contigo a la mesa y al compás de unos nudillos y unos cantes de ida y vuelta, habéis dejado claro, que Cádiz ya tiene pregonero, de una ciudad que se rendirá a tu voz, y que esta se haga eco entre sus calles y plazas.
Ahora llega tu turno Palomar, para que Cádiz sienta el compás de tu quejío, esa ciudad, que alguien tan irracional, fue capaz de situarla frente al mar, que aun tan pequeña, se ve como un continente y aunque no sea la más bonita del mundo, a muchos si les parece; ahora sabes, que Cádiz te espera en San Antonio, para que tu voz, una vez más, se vuelva inmortal. Ahora llega tu turno, el de la guasa y el pregonar, como le tocó al Beni, que sentó Cátedra; ahora sabes que espera esa guitarra, que bien la describió Juan Carlos Aragón, como mujer protegida por cuerdas y manos, nacida en Andalucía y de padre gitano.
Y es que no habrá más demora cuando llegue la hora y en ella llegará tu palabra, tu voz quebrada, para decirle al mundo entero, espera una mijita Cádiz, ábreme tu puerta por febrero, que con más miedo que vergüenza, aquí llama tu pregonero.
Saludos