El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Transición Ecológica y en coordinación con Emasesa, han puesto en marcha un proyecto piloto para la reutilización de las naranjas amargas que se retiran de las calles, parques y espacios públicos de la ciudad a través de un proceso de codigestión que permite su reutilización para la generación de gas que permite la producción de energía eléctrica y de compost. Esta iniciativa se está desarrollando este año por primera vez en la estación depuradora de Copero con una cantidad inicial de 35 toneladas con el objetivo de que se pueda ampliar en próximos años teniendo en cuenta que la producción en la ciudad supera las 1.700 toneladas sólo en el viario. La energía que se obtiene se reutiliza en el funcionamiento de la propia depuradora elevando así los niveles de autosuficiencia, reduciendo las emisiones y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
“Emasesa es ahora mismo una referencia en España en materia de acciones de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático dentro del proceso de transición ecológica. Se está haciendo un esfuerzo en I+D+I y en nuevas inversiones especialmente en las estaciones depuradoras que consumen prácticamente el 40% de la energía necesaria para completar los trabajos de saneamiento y abastecimiento en la ciudad. En ese contexto, hemos puesto en marcha este proyecto piloto que orientado hacia el cumplimiento de los objetivos de reducción de las emisiones, autosuficiencia energética y economía circular”, explicó el alcalde de Sevilla, quien visitó la instalación de Copero junto al alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano; el alcalde de La Rinconada, Javier Fernández; la alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, Ana Isabel Jiménez, y el delegado de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Sevilla, David Guevara.
En esta línea, se inicia ahora un proyecto piloto coordinado por el área de Transición Ecológica con la implicación de Parques y Jardines consistente en utilizar como recurso para generar energía limpia el fruto del naranjo. Cada año Sevilla genera toneladas de naranja amarga que desde hace años apenas tienen opciones de ser reutilizadas. Hay 46.000 naranjos en Sevilla, lo que supone una cuarta parte de nuestro arbolado. Cada uno de ellos produce entre 45 y 100 kilos (en función del año) en naranjas que son recogidas anualmente por los servicios municipales y para los que se van buscando destino que en muchos casos es simplemente el vertedero. Sólo la producción de este año se sitúa ya en torno a las 1.700 toneladas de naranjas en el viario y parques de la ciudad
Con este proyecto, estas naranjas pasan a ser enviadas para su codigestión en la estación depuradora de Copero. En primer lugar se les extrae el zumo a las naranjas para la generación de energía eléctrica a través de biogás, mientras que las cáscaras y la parte que no se puede aprovechar se lleva a una máquina de compostaje para su transformación en abono que es reutilizado en los campos de la provincia. Este proyecto piloto este año se está realizando con 35 toneladas de naranja amarga.
De acuerdo con los cálculos realizados por los técnicos, por cada tonelada de naranja se generan aproximadamente 500 litros de zumo y 500 kilos de cáscara. Esto permite que cada 1.000 kilos de naranja produzcan 50kWh de energía eléctrica: el consumo de 5 viviendas en un día. Es decir que las 35 toneladas de este proyecto piloto van a generar aproximadamente 1.500 kWh lo que supone el consumo de 150 viviendas. En consecuencia, con las 17.000 toneladas de naranjas que ha producido el viario de Sevilla durante este año se podría generar la energía equivalente a más de 73.000 hogares. De esta forma, las naranjas pueden contribuir a lograr el objetivo de que la red de estaciones depuradoras de la ciudad sea 100% sostenible.