Por Miguel Ángel Vázquez. Periodista y Senador por Andalucía.
Lo primero y lo único que han hecho las derechas al llegar al gobierno de la capital de España ha sido derogar ‘Madrid central’, un plan de control de acceso al casco histórico elaborado por el equipo anterior, con Manuela Carmena al frente, para reducir los índices de contaminación alarmantes que se registran en la villa y corte. Una decisión precipitada (tanto que ha sido paralizada cautelarmente por la Fiscalía de Medio Ambiente) que recuerda mucho a lo que hizo Juan Ignacio Zoido nada más pisar la Casa Grande de Sevilla con el ‘Plan Centro’ impulsado por el alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín.
La postura de las derechas en general y del Partido Popular en particular va contra la salud pública, perjudica el aire que respiramos, daña el patrimonio histórico y artístico de las ciudades, embotella el intrincado callejero céntrico… Se mueven contra la lógica de los tiempos y, sobre todo, contra los múltiples estudios científicos y las prácticas de éxito en las grandes urbes europeas. Todavía la derecha sigue anclada en el negacionismo frente al cambio climático del primo de Mariano Rajoy, a la sazón catedrático de Física en la Universidad hispalense, una visión que hasta el propio ex presidente se vio obligado a cambiar por la contumacía de las evidencias.
Como en su día Zoido, el regidor madrileño, José Luis Martínez-Almeida, se ha instalado en el trumpismo y en el trampismo. Sólo desde la óptica histriónica y sesgada de personajes tan tóxicos para el futuro del planeta como es el presidente estadounidense se pueden adoptar decisiones tan injustificadas y perjudiciales para la ciudadanía. Y como ocurrió en Sevilla, se tumba un proyecto necesario y beneficioso con medias verdades y para satisfacer sólo a una minoría con posibles e influencia. Mucha gesticulación para colar el engaño.
Esto es sólo la punta del iceberg de la involución en Madrid o en Andalucía con dos derechas apuntaladas por la extrema derecha, que les marca el son al que tienen que bailar sus compañeros de viaje. Ni Madrid central ni en su momento Plan Centro. Tanto Partido Popular como Ciudadanos se han descentrado por sus ínfulas de sillones y por su abrazo impúdico a los ultras.