El Cabildo de la Catedral abre la capilla de San Andrés como espacio de oración

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El Cabildo de la Catedral abre la capilla de San Andrés como espacio de oración. Mientras la Catedral permanezca abierta, los fieles podrán entrar en el interior de la capilla y rezar ante la imagen del Cristo «de la Clemencia» tal y como lo pudo hacer el arcediano Mateo Vázquez de Leca quien encargó la obra a Juan Martínez Montañés para su oratorio privado el 5 de abril de 1603. También dispondrán de folleto informativo y código QR de descarga. 

El Cabildo ha querido seguir el esquema trazado por el canónigo y Arcediano de Carmona según reza en el contrato que éste estableció con el artista y que dejaba claro el encargo de un crucificado que mirase «a cualquier persona que estuviera orando a el pie de Él»

“El dicho Xpo. Crucificado a de estar vivo antes de aver espirado con la cebeça ynclinada sobre el lado derecho mirando a cualquier persona que estuviera oreando a Él pie del, como que le está el mismo Xpo. Hablándole, y como quexándose que aquello que padece es por el que está orando y así a de tener los ojos y rostro con alguna seberidad y los ojos del todo abiertos”

Realizado en 1606 en madera de cedro y policromado en carnaciones mates por Francisco Pacheco -suegro de Velázquez- La obra presenta la clásica y elegante Alargatura manierista, una cuidada anatomía sin tensiones excesivas, escasa presencia de sangre, un soberbio paño de pureza donde la gubia de Montañés se muestra prodigiosa y cuatro clavos según la creencia de Pacheco y por santa Brígida; ambos eran de la opinión de que Jesús de Nazaret fue crucificado con cuatro clavos. Martínez Montañés creo una obra con gran personalidad, y de un extraordinario virtuosismo que sienta las bases de la futura escultura barroca sevillana.

Durante los meses de 2020 en que el Cristo de la Clemencia estuvo expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla con motivo de la exposición conmemorativa de Martínez Montañés, se realizaron en la Capilla trabajos de reorganización previstos por el Cabildo y aprobados por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

Por una parte se procedió a retirar el Retablo del Sagrado Corazón de Jesús que permanecía oculto por un telón que servía de fondo para el Cristo de la Clemencia. Retirado el retablo, se desplazó el altar de alabastro que lo completaba hasta disponerlo adosado a la pared sur de la capilla. También se recuperó su espacialidad original, disponiendo ahora el Cristo con su dosel sobre la desnuda pared de piedra de la capilla con una austeridad formal que refuerza el dramatismo de la magistral obra de Martínez Montañés.

Por otra parte, la reorganización de la capilla se ha completó con la nueva disposición del grupo escultórico funerario de los Pérez de Guzmán, cuatro esculturas que desde mediados del XVIII se dispusieron alineadas junto a la pared occidental de la capilla, sobre un banco corrido, en una desafortunada composición que no permitía contemplar tan valiosas piezas y que hacían además ininteligible la propuesta general de este espacio. Las esculturas se han trasladado junto al acceso a la capilla, disponiéndolas de dos en dos, con los pies hacia el centro, reforzando la axialidad que impone la posición del Cristo. El caballero y su padre se sitúan en el flanco derecho y la esposa y su hijo en el flanco izquierdo.

La nueva organización de la capilla permite así mejorar notablemente las condiciones exigidas para una adecuada conservación de su patrimonio y el acceso abierto para fieles y devotos que deseen orar en el interior con cuatro bancos colocados para que puedan sentarse.