Seguimos dando a conocer algunos datos de la Hermandad Sacramental de San Pedro en esta sección, coincidiendo con el mes de los difuntos.
Quizá una de sus posesiones más populares es el azulejo con el famoso «pajarito» situado en la fachada de la Iglesia de San Pedro. Fue el 1 de agosto de 1960 cuando se bendijo este Retablo de las Ánimas Benditas del Purgatorio , que representa el cuadro de la Capilla de Ánimas y que fue pintado por ceramista Juan Oliver Miguez y elaborado en la fábrica trianera de Ramos Rejano. Juan Oliver escondió el famoso jilguero, a modo de firma, y según cuenta la leyenda, quien lo encuentra se casa en poco tiempo.
Entre otras obras de arte de la Hermandad, destacan las piezas de orfebrería que componen su patrimonio, entre las que podemos citar un pectoral que presenta la forma de la Cruz de San Pedro, datable en el siglo XV; dos Cruces Procesionales, una de la primera mitad del XVII y otra del XIX; un Cáliz rococó de José Alexandre; y un Ostensorio y Copón neoclásicos con el punzón de José Guzmán.
El Simpecado tiene bordados dieciochescos en oro y sedas de colores, enriquecidos y pasados a brocatel por las monjas de Santa Isabel hacia 1964.
Al cumplirse los doscientos años de las Reglas que regían en la Cofradía, fueron estas actualizadas, siendo aprobadas por la Autoridad Eclesiástica en diciembre de 1989, año que ocupaba la sede hispalense el Arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo.