El Cristo de la Clemencia, de Martínez Montañés, vuelve a la Catedral

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Durante los meses en que el Cristo de la Clemencia ha estado expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla con motivo de la exposición conmemorativa de Martínez Montañés, se han realizado en la Capilla de San Andrés los trabajos de reorganización previstos por el Cabildo y aprobados por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

Por una parte, se ha procedido a retirar el Retablo del Sagrado Corazón de Jesús, que permanecía oculto por un telón que servía de fondo para el Cristo de la Clemencia, que aparecía en una disposición forzada y poco adecuada a las características de tan notable obra e impidiendo realizar las tareas imprescindibles de mantenimiento. Retirado el retablo, se ha desplazado el altar de alabastro que lo completaba hasta disponerlo adosado a la pared sur de la capilla. Se ha recuperado así su espacialidad original, disponiendo ahora el Cristo con su dosel sobre la desnuda pared de piedra de la capilla, con una austeridad formal que refuerza el dramatismo de la magistral obra de Martínez Montañés.

Por otra parte, la reorganización de la capilla se ha completado con la nueva disposición del grupo escultórico funerario de los Pérez de Guzmán, cuatro esculturas que desde mediados del XVIII se dispusieron alineadas junto a la pared occidental de la capilla, sobre un banco corrido, en una desafortunada composición que no permitía contemplar tan valiosas piezas y que hacían además ininteligible la propuesta general de este espacio. Las esculturas se han trasladado junto al acceso a la capilla, disponiéndolas de dos en dos, con los pies hacia el centro, reforzando la axialidad que impone la posición del Cristo. El caballero y su padre se sitúan en el flanco derecho y la esposa y su hijo en el flanco izquierdo.

La nueva organización de la capilla permite así mejorar notablemente las condiciones exigidas para una adecuada conservación de su patrimonio. Además, refuerza la intensidad dramática de la contemplación del Cristo de la Clemencia a tantos devotos que oran ante Él. Por último, añade a la visita cultural la adecuada contemplación del importantísimo grupo escultórico de los Pérez de Guzmán, antes prácticamente imposible.

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