El Parque Metropolitano del Alamillo acaba de finalizar las obras de instalación de una nueva tubería de riego, que garantizará el aporte de agua necesaria, en períodos de escasez de lluvias, a los naranjales del recinto, donde conviven casi 8.800 ejemplares de distintas especies. Con ello se evitarán episodios como el que se registró el pasado otoño, cuando la falta de lluvias y una avería en el sistema de riego afectaron seriamente a uno de los naranjales del parque.
A consecuencia de dicha crisis, la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, responsable de la gestión del parque metropolitano a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, ha decidido reforzar las instalaciones de riego, colocando una nueva tubería de 375 metros de longitud desde la estación de bombeo del vivero, que impulsa agua directamente desde el río, hasta el hidrante más cercano a los naranjales. La obra para instalar la tubería se inició el 26 de abril y finalizó ayer viernes.
Con la nueva instalación, podrá utilizarse indistintamente este sistema de riego o bien el antiguo, que toma agua de un pozo el cual, en ocasiones, cuando el consumo es muy alto y se registran pocas lluvias, se queda prácticamente sin reservas. Esta instalación sufrió, además, el pasado verano un problema técnico que impidió mantener el riego con normalidad, lo que también contribuyó a la seca de naranjos de otoño, tras una primavera y verano de elevadas temperaturas y sin apenas precipitaciones.
A la instalación de la nueva tubería se suman las tareas de mantenimiento del naranjal que se vienen realizado. En febrero se aportó quelato de hierro a los ejemplares que presentaban clorosis férrica, es decir, carencia de hierro que se manifiesta por un amarilleo en las hojas. Tras ese aporte de hierro, una vez que el Estado de Alarma ha permitido retomar la actividad en el parque, desde el 6 de mayo se viene realizando un aporte extraordinario de macronutrientes a los naranjales, mediante el arado del terreno.
Con las tareas ejecutadas y en marcha, la plantación de naranjos del Alamillo se encuentra estabilizada, sin que desde el otoño se hayan registrado nuevos casos de seca.
En el Parque del Alamillo se contabilizan actualmente 8.761 ejemplares sanos de naranjos de distintas especies, amargos, dulces y mandarinos, repartidos en una superficie de 35 hectáreas. En el conocido como Naranjal de la Dársena, una extensión de 22 hectáreas, conviven en torno a 4.000. Cerca de esa zona se encuentra el Naranjal de la Cartuja, con otros tantos ejemplares ocupando una superficie cercana a las 13 hectáreas. Los restantes se localizan en la pradera frente al Cortijo del Alamillo.
La crisis del pasado otoño afectó a cerca de un millar de naranjos, que se han ido recuperando y actualmente se encuentran totalmente sanos, salvo 20 ejemplares que no lograron recuperarse y serán sustituidos por especies autóctonas que nacen de forma espontánea, tales como acebuches, almeces, álamos, moreras o higueras, entre otras.