Enero

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Por Raúl Delgado.

Enero y en breve, febrero. Febrero que dejará atrás enero. Enero diferente porque se piensa en febrero, en ese mes de Don Carnal, papelillos, serpentinas y coros en la plaza. Enero sabiendo que en diciembre tampoco pasó nada, ni sorteo, dimes y diretes, ni el sonido de alguna coplilla grabada inconsciente o conscientemente en algún ensayo. Enero con más frío que virus, con menos ganas de nada y con más ganas de todo, de  calcetines caleteros, sudaderas de La Viña y bufandas de «Los hinchapelotas». Enero más triste que un domingo sin erizá, más extraño que no madrugar para comprar entradas online para el COAC y con menos gracia que una botella vacía de Moscatel Gloria del bendito Sanatorio chiclanero. 

Enero que este año no te has librado. Febrero que tú tampoco te quedas atrás. Pero ¿os necesitamos realmente? Anda y que os den, al primero y al segundo, al segundo y el primero. Aquí cada un@ tiene su enero y febrero particular y tatuado en el alma con letras mayúsculas, la palabra Carnaval. Y nada más, señor dios Momo, aquí ya está todo dicho, que no hace falta enero para acordarnos de ti, Carnaval nuestro, Carnaval bendito, Carnaval que sabes que te odio y te necesito. 

Enero que agudizas el ingenio de quienes, para suplir la presencia del carnaval, sacan de la chistera, concursos carnavalescos radiofónicos, hacen carteles virtuales, crean grupos de WhatsApp sobre la mejor o peor agrupación y hasta crean páginas web donde interactuar en base a los conocimientos en plan trivial caletero, del tipo… almacén donde se adquirieron los ponchos de la comparsa «Los ruiseñores del Perú».  

Enero que nos dejas sin la voz de Manzorro, Osuna o Germán; que perdiste el guiño de Miriam y la sapiencia de Quique. Enero, que este año sabes que no habrá aguja, ni pespunte, ni arreglo de última hora. Enero, que dejas colgado el forillo y tienes guardado el telón. Enero, vamos a dejarnos de tonterías y este año se te perdona todo, pero el que viene no, por ahí no, así que habla con el bicho pandémico y dale un poquito de coba. Febrero, que esto también va por ti. Veamos si entre los dos podéis hacer algo con ese virus más extraño de ver que el cartel de carnaval gaditano del año ochenta y siete. 

Enero… enero… te espero el año que viene. Ve comprando los papelillos…

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