Por Ignacio Ayuso.
Llevamos ya unas cuantas jornadas de esta atípica temporada y las cosas han cambiado para bien. Se ve otro talante, otra actitud, otra forma de encarar los partidos y el juego. Y me refiero tanto al equipo como al entrenador, ¡qué cambio! Mismo equipo prácticamente que el año pasado, pero con distinto entrenador; ya era hora porque lo del año pasado, y ya desde la pretemporada se vio que aquel entrenador no servía.
Tras un aseado partido en Vitoria, otro bastante mejor ante el Valladolid, uno muy bueno ante el Madrid a pesar de la derrota por motivos ajenos al juego, una derrota sin paliativos ante el Getafe, una excelente victoria en Valencia, una derrota inexplicable ante una Real Sociedad que no fue tan superior como reflejaba el marcador ya que pasamos del posible 1-1 o 2-1 al 0-2 también por motivos ajenos al terreno de juego y una excelente primera parte en Madrid ante el Atlético que se fue al traste por la inexplicable desaplicación a los 15 segundos de la reanudación, ahora toca ganar ya. Y ganaremos si no nos lo impiden esos factores que deambulan por esas salas sin orden ni concierto ni –y esto es lo peor- sin criterio.
Nunca me he quejado por las derrotas, solo por aquellas que se producen por indolencia o falta de actitud, ni llorado suplicando, no ya favores, tan ni siquiera justicia, solo por pedir equidad. Porque eso y solo eso, CRITERIO, EQUIDAD Y TRANSPARENCIA es lo que falta en esas máquinas infernales que venían a impartir justicia en jugadas claves y lo que han hecho es un batiburrillo de árbitros, auxiliares, “VORes”, tiempo de juego parado –para ver si un jugador del Betis rozaba con la uña a uno del Villarreal se llevaron la temporada pasada ¡5 minutos!-, líneas van y líneas vienen, proyecciones caprichosas y al gusto de al menos unos señores vestidos de corto en un cubículo –patético por cierto- o de los de siempre.
Requiero un criterio público y claro sobre las manos de defensores y atacantes, criterios de agarrones en el área –si te rompen la camiseta no es penalti y si no te la rompen sí-, cuánto tiempo tiene que discurrir entre una jugada penalizada y otra anterior (¿misma jugada? ¿Qué es una misma jugada, la que discurre sin que salga el balón del campo o hasta que haya una interrupción? ¿O es un problema de tiempo, un minuto dos o diez o es a criterio del primero que pasa por la VOR?), criterio y equidad para saber si arrollar a un atacante en el área es penalti o depende, criterio para saber cuándo es una jugada clara de gol y merecedora de roja directa y cuándo no… Y transparencia para el trazado de las líneas del fuera de juego, de los puntos de fuga, de las líneas proyectadas, ¿son desde el hombro o desde el codo? ¿depende del jugador, de la camiseta, del equipo, de la raza, religión o género?
En fin, ganaremos si nos lo merecemos y nos dejan.