Por Diego Jiménez.
“Este día no se me va a olvidar jamás. En nuestro grupo de whatsApp los días previos han sido frenéticos de mensajes de cara al partido, la ilusión que teníamos de jugar frente a nuestros ídolos como jugadores e incluso, para no hacer el ridículo, decidimos entrenar ayer aquí en las instalaciones de La Cartuja”, confiesa el portero titular de la selección de sanitarios y enfermero de nefrología y pediatría, Juan Chain, con la sonrisa de oreja a oreja, sosteniendo en sus manos la camiseta con el 9 de Antoñito firmada por un puñado de futbolistas de la selección de leyendas andaluzas.
Y es que el fútbol andaluz, a través de sus ex futbolistas profesionales, capitaneados por todo un campeón del mundo y Europa, como Carlos Marchena, quiso rendir homenaje a unos profesionales de la sanidad, la gestión y los servicios del hospital Virgen del Rocío, celebrando un partido de confraternización que formaba parte del amplio abanico de actividades con motivo del 50 Aniversario de los hospitales Infantil y de la Mujer en 2021.
En la gran fiesta del fútbol solidario en La Cartuja, el público en más de un centenar de personas quiso contribuir aportando los 5 euros de la entrada, cuyos fondos iban destinados a la Fundación de Amigos del Hospital Virgen del Rocío, cuya labor con enfermos y familiares resulta esencial en el día a día de la vida del centro hospitalario.
“Ha sido un año muy duro de trabajo, de ver a personas pasarlo muy mal, de sufrimientos por la pandemia donde tuvimos que redoblar los esfuerzos. Ahora todo va mejor y hoy estamos disfrutando muchísimo”, asegura feliz la enfermera de cirugía pediátrica Ana Muñoz, que además habla maravillas de su compaleta, capitana y pediatra de cardiología del hospital Infantil, Ana Méndez, autora del primero de los goles de penalti a Javi Varas y asistente del segundo gol de los sanitarios.
Un trofeo en los prolegómenos del partido entregado por el secretario general para el deporte de la Junta de Andalucía, José María Arrabal, camisetas blancas personalizadas imitando a su indumentaria habitual de trabajo, abrazos y risas durante los 70 minutos de partido y fotos con sus ídolos de recuerdo antes y al final del partido, fueron algunos de los ingredientes del mayor aplauso que pueden tributarle a nuestros sanitarios, el fútbol nacional, representado por el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, el balompié andaluz, con el presidente de la RFAF, Pablo Lozano, los ex jugadores andaluces y los ciudadanos.
“Ellos con su trabajo diario en el hospital si que son los verdaderos héroes”, sentenciaba el goleador Antoñito. Desde celadores, a pediatras, de informáticos a técnicos de UCI, de cirujanos a médicos residentes, todos con independencia de su dorsal y de los minutos que jugarán, fueron héroes con mayúsculas por su entrega y profesionalidad incansable en la salud de los ciudadanos.
“Todo hombre es un héroe y un oráculo para alguien”, afirma el filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson. Nuestros sanitarios, unidos, son oráculo para la sociedad.