Esta intervención va a permitir la transformación de cuatro vías y espacios públicos del distrito Cerro-Amate: Gavilanes, Montería, Verbena de la Paloma y Las Leandras.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Empresa Metropolitana de Aguas Emasesa, en coordinación con la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente y el distrito Cerro-Amate, ejecuta una inversión de tres millones de euros en la barriada de Juan XXIII para la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento, reurbanización completa, eliminación de barreras arquitectónicas y mejora de la iluminación. El proyecto se encuentra ejecutado en un 65% en cuanto a las redes y en un 15% en la pavimentación de viales. La primera de las calles, Montería, se encuentra ya concluida.
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo y presidente de Emasesa, Antonio Muñoz, acompañado del delegado del distrito Cerro-Amate, Juan Manuel Flores, y los equipos técnicos de Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente y Emasesa, han realizado esta semana un recorrido por las obras que se están ejecutando con los representantes vecinales con el objetivo de introducir las mejoras necesarias en el proceso de ejecución de esta inversión muy demandada durante los últimos años por residentes y comerciantes del barrio.
“Con este proyecto se va a transformar por completo la barriada de Juan XXIII con una inversión de tres millones de euros que además se está complementando con otras actuaciones desde la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente como la renovación del alumbrado de la plaza de Juan XXIII. Nuestro objetivo es seguir avanzando con proyectos que mejoren la calidad de vida en los barrios y los hagan más habitables, accesibles y sostenibles”, ha explicado Antonio Muñoz tras realizar el recorrido por las calles en las que se está llevando a cabo la intervención.
En total, la inversión asciende a 3.000.000 euros y va a permitir la transformación de cuatro vías y espacios públicos: Gavilanes, Montería, Verbena de la Paloma y Las Leandras. Con este proyecto en primer lugar se renuevan por completo las redes de abastecimiento y saneamiento del barrio. En total, tres kilómetros de tuberías obsoletas que se adaptarán para conseguir prestar un mejor servicio a vecinos y vecinas del barrio. Además, esta obra va a tener un efecto importante en la superficie. Esta zona sufría graves problemas de accesibilidad y de deterioro del pavimento por lo que el barrio reclamaba desde hace años una intervención urbanística. Con esta inversión se van a ampliar espacios peatonales adaptando todo este espacio como una plataforma única, se eliminarán todas las barreras arquitectónicas y a generar accesibilidad universal, se van a adecuar las zonas ajardinadas existentes incorporando nuevos sistemas de drenaje urbano y a plantar todos los alcorques que se encuentran vacíos en estos momentos.