La Esperanza de Triana ha celebrado este fin de semana una función extroardinaria presidida por el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, dado que el arzobispo Juan José Asenjo no pudo hacerlo por problemas de salud.
La Hermandad Trianera bajó a su Virgen el pasado martes 2 de junio, día del aniversario de la XXXVI coronación canónica pontificia, y así ha permanecido hasta el domingo 7 de junio.
Desde el miércoles 3 y hasta el viernes 5 ha celebrado un triduo de rogativas por el fin de esta pandemia y en memoria de los difuntos, culminando con una misa solemne el sábado 6 .
Durante estos días, la Virgen se ha presentado en el presbiterio de la Capilla de los Marineros vestida con los primitivos colores inmaculistas, con los que procesionaba la Señora a principios del siglo XX.
El manto, diseño de Peláez, fue bordado en los talleres de Fernández y Enríquez, al igual que la saya, con dibujo del propio taller e inspiradas en las bambalinas del palio de Nuestra Señora. Llevaba la toca de volantes, cingulo de pasamanería del taller de Olmo, y gargantilla de brillantes, característicos todos del atuendo de la Virgen en los años 20 del pasado siglo.
Por último, como es propio de la conmemoración de la Coronacion Canónica de Nuestra Señora de la Esperanza, lucía la corona de oro, obra de taller «Orfebrería Triana» y ofrenda de todos sus devotos.