La Hermandad Sacramental repone los faroles del “pajarito”de San Pedro

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En el día de hoy, el retablo cerámico de las Ánimas del Purgatorio, situado en la fachada de la iglesia de San Pedro, vuelve a lucir los faroles con los que fue ideado. La Hermandad Sacramental de San Pedro, propietaria de la obra donde se esconde el famoso “pajarito”, ha restituido los dos faroles que la alumbraban y que fueron retirados por obras de restauración en el Templo durante los años 90.

El retablo cerámico fue realizado por propia iniciativa de la hermandad y encargado al ceramista Juan Oliver Míguez, originario de Castilleja de la Cuesta, y fue elaborado en la fábrica de Ramos Rejano de Triana. El retablo es una copia de la pintura mural situada en el interior de la propia iglesia, en una capilla lateral perteneciente a la Hermandad, obra de Domingo Martínez y datada en el primer tercio del siglo XVIII.

El retablo recibió la bendición hace 60 años, concretamente el 1 de agosto de 1960, y fue costeada por la propia Hermandad y por los donativos que aportaron tanto los propios hermanos como otros miembros de la comunidad. Una lista que muestra el especial cariño que levantaba – y levanta – una de las hermandades sacramentales más veteranas de Sevilla y el interés por realizar el retablo cerámico. Un interés que, desde entonces, se ha convertido en una pieza muy apreciada por la ciudad, hasta el punto de ser protagonista de una de esas tradiciones que nacen en ciudades como Sevilla. Nos referimos, claro está, a la leyenda del pajarito que se esconde en el mosaico y que, si es de tú interés casarte, debes encontrar para conseguir tu objetivo.

Al igual que cuando se mandó hacer, la Junta de la Hermandad Sacramental de San Pedro, con su Hermano Mayor, don Rafael Aguilar, a la cabeza, ha vuelto a tomar la iniciativa para devolver los faroles que le faltaban al retablo. Una iniciativa que ha sido completamente costeada por la propia Hermandad con sus propios recursos.

Los faroles, que han sido restaurados en su totalidad, son de forja de hierro en forma de “L” de 0,54 m. de ancho y 1.46 de alto, que presentan dos lámparas decoradas del mismo material y acristaladas sobre soporte de hierro sostenida por un león apoyado en barra horizontal que sirve de anclaje, mediante garras, al muro de ladrillo de la fachada de la iglesia. La instalación del alumbrado interior de cada farol se hace mediante bombilla LED alimentada por una célula solar que enciende al anochecer y apaga al amanecer.

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