La ciudad de Sevilla ha amanecido hoy, primer día hábil de la cuarentena impuesta por el Gobierno para frenar el avance del Covid 19, totalmente desierta. Las calles del centro ofrecen una imagen desoladora a la par que esperanzadora, ya que los sevillanos están cumpliendo escrupolosamente con el confinamiento en sus hogares.
Sólo los establecimientos autorizados para permanecer abiertos y algunas personas que acuden a sus puestos de trabajo o a realizar alguna compra o gestión inaplazable, dan un poco de vida a las calles que, de no existir esta grave alerta sanitaria, hoy lucirían bulliciosas. «Esto es dantesco, ni un domingo de agosto en Sevilla he vivido esto», comentaba Jose, portero de un edificio de oficinas.
Esta situación ha llevado al comité de empresa de la sociedad Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, a señalar que «bastante poca gente» está usando el transporte urbano, valorando la opción de «reducir» los servicios.