Por Ana de la Peña.
Jamás podríamos haber imaginado, hace hoy un año, el vuelco grande y excesivamente relevante que ha dado el mundo a todos los efectos y en todos los sentidos. Pensamos, o realmente nos hicieron pensar, que esto era cuestión de unos meses y una situación puntual que tendría rápida solución con la famosa vacuna.
Ahora las diversas vacunas, que son objeto de especulación diario y de cambio a cada instante y de espera, esa espera que desespera y que vuelve a desesperar. Y que se tiene fuerza, se tiene fe, se tiene espíritu de superación y se tiene confianza en ver la luz al final del túnel, pero la extrema gravedad de la situación ahora mismo en esta tercera vuelta (a la que no podemos echar la culpa exclusiva a Las Fiestas Navideñas) nos lleva a pensar que esto es una batalla dura de pelar que tiene un alto riesgo de
incertidumbre y de dar respuesta a muchas incógnitas y dudas. Que son pocos o casi ninguno de nuestros dirigentes los que puedan dar respuesta a las mismas, teniendo en cuenta la dificultad de solución, de avance y de posibilidades alternativas.
Son demasiadas sombras en este camino y demasiado sin resolver y pocas cosas entendibles, por no decir casi ninguna. Las decisiones conjuntas y de unidad a nivel general no han provocado en ningún caso resultados positivos ni han dado muchas soluciones a tantos y tantos problemas generados: muertes de miles de personas, hospitales desbordados, desempleo, ertes, cierres masivos de negocios, economia caótica, hambre, sufrimiento, reparto de fondos, todo acompañado de ansiedad estrés incertidumbre, negatividad y agresividad en grado alto. Todos estos condicionantes incentivan y acrecientan todavía más el virus y el bloqueo general.
Ahora mismo, en un escenario de caos absoluto, de luces y sombras, donde no se divisa en el horizonte ningún ápice de claridad, es surrealista desviar la atención hacia actos o sucesos o desarrollo de actuaciones (sociales económicas y políticas) que no tocan ni proceden.
Las intervenciones de nuestros dirigentes, en gran medida y de forma objetiva, no han sido equilibradas y de sentido común para velar por el interés de todos y por todos; siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas con lo cual no vamos a entrar en las mismas ni meter el dedo en la llaga, pero es sin duda una realidad absoluta que nunca llueve a gusto de todos y que no siempre las decisiones de los encargados son las correctas para todos los demás. Los hay buenos, menos buenos y malísimos, tremendamente caóticos; todo siempre dicho desde el máximo y debido respeto, y siempre desde el prisma profesional y de actuación. Nada se puede generalizar ni señalar a nadie sin dar un buen fundamento a lo referido.
La preocupación a nivel general es extrema y muchas veces el plan de choque no funciona porque se desbordan demasiadas cosas, y a ello le sumamos que muchas veces las decisiones que se toman a nivel general o a nivel de Comunidades velan en su lado más oscuro por los intereses personales de quienes las toman, aquí esta quizás el punto más oscuro de esas sombras, esos intereses escondidos de unos cuantos que han contribuido al caos generalizado siendo muy complicado muchas veces buscar equilibrio y solución inmediata a tantos y tantos problemas.
Se habla de una cuarta ola y de vacunaciones horizonte 2023….dicho lo cual…y pensando de forma equilibrada y tranquila, es nuestra responsabilidad y nuestro sentido común para con nosotros mismos y para nuestras familias y personas más directas, velar al máximo por los intereses de nuestra salud y bienestar personal, que es realmente lo que va a ayudar al mantenimiento de una situación casi controlada y a poder frenar este bicho que nos ha invadido procurando desde la distancia más necesaria ayudar a quienes más perjudicados están y buscando soluciones generalizadas para tantos y tantos sectores afectados, procurando no transmitir negatividad ni ansiedad porque estos dos últimos términos todo lo agravan. Tomemos conciencia de nuestras decisiones pasadas para evitar catástrofes futuras nuevas.
Desde un ambiente de luces y sombras, dejo mi luz siempre activada y al servicio de la sociedad y de las personas.