Se aprueban también la restauración del cuadro La Caída del Maná, de Lucas Valdés, perteneciente a la Hermandad de la Amargura
La Comisión Provincial de Patrimonio, en la sesión celebrada este miércoles bajo la presidencia de la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Susana Cayuelas, ha dado cuenta de un total de 18 expedientes de interés para la conservación del patrimonio cultural y artístico, de los cuales 7 corresponden a Sevilla y 11 a la provincia, concretamente a las poblaciones de Arahal, Carmona, Coria del Río, Estepa, Herrera, Marinaleda, Osuna, Peñaflor, Santiponce.
El columbario, al que la Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente, estará situado en una de las dependencia asociadas a la Capilla del Sagrario de la iglesia de San Andrés, a petición de la Hermandad de Santa Marta, que según informa en su página web, cuenta con el visto bueno del párroco de San Andrés. Irá ubicado en superficie, ocupando una parte del almacén que actualmente tiene la corporación al lado de la capilla sacramental y adosado a la pared de la capilla donde reciben culto sus titulares. Se construirá un vestíbulo divisorio del almacén actual para que el lugar tenga el decoro y recogimiento adecuado. En el proyecto inicial, se habilitará espacio para unos cien hermanos, cifra que podrá duplicarse en una segunda fase.
La Comisión de Patrimonio ha informado también favorablemente sobre el proyecto de restauración de la pintura titulada “La Caída del Maná” perteneciente a la Hermandad de la Amargura de Sevilla, que está expuesta en la capilla sacramental del templo de San Juan de la Palma, y es obra de Lucas Valdés pintada entre 1710 y 1719. “La Caída del Maná” es una pintura de gran interés y digna de conservarse adecuadamente por varias razones. La primera es por la escasez del tema representado en la pintura sevillana. Encontramos escasos ejemplos en el ciclo de pinturas del techo del salón principal del Palacio Arzobispal (c.1604), otro de Andrés Pérez (c.1707) para el tabernáculo de la parroquia de Santa Lucía y, por último, la que Vicente Alanís realizó (c.1767) para la capilla sacramental de Santa Catalina. La segunda razón para su conservación es por la calidad artística que atesora: Lucas Valdés, eminente muralista formado con su padre, Juan de Valdés Leal, acometió los grandes conjuntos murales de las iglesias de los Venerables y del convento de San Pablo. Y la tercera y última razón es que reúne valores artísticos propios como el colorido, la plasmación de los ropajes, y el tratamiento de los afectos y expresiones de los personajes, que son la seña de identidad de la pintura barroca sevillana.
El informe señala las patologías que sufren el soporte y los estratos pictóricos, y propone el tipo y la cantidad de las actuaciones necesarias para restablecer la estabilidad estructural y presentación estética adecuada de la obra, así como las acciones que en el futuro garantizarán su correcto mantenimiento,ya que propone una intervención integral de todos los estratos y componentes de la obra: bastidor, lienzo, estratos pictóricos y marco. El principal criterio a seguir será el conservativo y de recuperación del original, mediante la eliminación de todos aquellos elementos ajenos a la obra, siempre y cuando ello no suponga una agresión al conjunto.