Patrimonio aprueba la restauración de los atrios de las puertas de los Palos y del Príncipe de la Catedral

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La Comisión Provincial de Patrimonio, en la sesión celebrada este miércoles bajo la presidencia de la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Susana Cayuelas, ha dado cuenta de un total de 81 expedientes de interés para la conservación del patrimonio cultural y artístico, de los cuales 38 corresponden a Sevilla y 43 a la provincia.

En el transcurso de la sesión, Susana Cayuelas valoró el esfuerzo realizado por la Comisión Provincial de Patrimonio ante el gran número de temas que se está valorando después de los periodos de confinamiento y vacacional, con la colaboración de todos los miembros que la integran.

Así, la Comisión Provincial de Patrimonio ha informado favorablemente el proyecto de intervención y restauración de los atrios de las puertas de los Palos y del Príncipe de la Catedral de Sevilla, actuación que se enmarca en el proceso de restauración de las fábricas que está realizando la Catedral en los últimos tiempos.

El aspecto que hoy en día presentan las fachadas de la Catedral se debe, en gran parte, a las transformaciones obradas en el último cuarto del siglo XVIII, y que precedieron a otros más generalizados que tuvieron lugar durante el siglo XIX, apremiados por el interés de concluir la construcción la catedral. Uno de los objetivos era terminar definitivamente las tres portadas que no se habían llegado a finalizar, como era el caso de la entrada principal o de la Asunción en la fachada Oeste a la Avenida, la llamada Puerta del Príncipe o de San Cristóbal, que es la única entrada al templo de la fachada Sur, y también la Puerta de la Concepción, que, desde el muro norte de la Catedral, tiene acceso directo al Patio de los Naranjos. Posteriormente se realizaron acciones dirigidas a conferir unidad al perímetro externo de la Catedral, lo que se consigue con la construcción de los atrios que preceden a las portadas, acotando las zonas de acceso mediante una pantalla diáfana entre el exterior y el interior del edificio, que se formaliza por una reja, construidas sobre basamentos de sillares de piedra caliza. Estos atrios cumplen una función: dar un carácter unitario a las fachadas del conjunto, además de delimitar el espacio que antecede a las entradas en sí, y todo ello con una consistencia material de calidad –fábrica de sillería y reja de hierro forjado– que se contrapone a su carácter transparente y de composición liviana. Los atrios sobre los que se actúa en la presente intervención son, por un lado el correspondiente a una de las dos portadas de la fachada Este, la de la Adoración de los Magos, o de Palos, y la del Príncipe, también conocida como de San Cristóbal.

Los atrios en la actualidad presentan un deterioro natural debido a factores endógenos, que forman parte del propio envejecimiento que experimentan los materiales, potenciado, al estar a la intemperie, por las oscilaciones propias de los agentes medioambientales. Cabe enumerar entre la daños más importantes del material de los atrios los más comunes de la piedra producidos por su exposición a la intemperie, como la suciedad superficial, abundancia de colonización biológica, depósitos formados por el desarrollo de microorganismos, la presencia de plantas en las zonas inferiores y resquicios de las juntas con pérdidas de mortero, detritus procedentes de las deyecciones de ave, fisuras y fracturas por cargas inadecuadas o por movimientos del terreno, y por último la presencia de grietas y fracturas producidas en las zonas de contacto de la piedra y el hierro de la reja, pues la corrosión del hierro, con el consiguiente aumento de su volumen, hace que se fracture la piedra en contacto con él.

Así pues, vista por la Comisión de Patrimonio la documentación presentada por el Cabildo Catedral, las actuaciones se consideran correctas en tanto que responden a los valores culturales del objeto de la intervención, y presenta un amplio diagnóstico de su estado de conservación; describe la metodología y los criterios que rigen la actuación desde el punto de vista teórico, y los materiales que se plantean usar garantizan su compatibilidad con los ya presentes en la edificación y con los sistemas constructivos empleados.

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