Por Antonio Jiménez-Riquelme.
Ya lo decía un descarnado Antonio Machado en el segundo decenio del siglo pasado. Pero no, no ahondaré por ahí, simplemente quiero traer ese paralelismo que me hace recordar la situación que los sevillanos, y por ende nuestra Ciudad, cuando pasen las siempre distraidas fiestas navideñas, sentiremos en nuestras carnes… y carteras, ya que ahora todo lo relativizan y dejan para luego del 7 de enero, estos días de celebraciones, incluso en un criminal año como este 2020, por mor de la pandemia inopinada que padecemos.
Pensando he llegado al convencimiento que para nuestra sociedad, es para la que, al menos en España, más está afectando del país, ya que no hay ciudad, territorio urbano, donde el peso en su pib local y metropolitano dependa tantísimo de los efectos sociales y económicos en la preparación, disfrute y vuelta al día a día, como lo hace Sevilla con su Semana Santa y Feria de Abril.
Siendo cierto que marca la pauta para el resto de ciudades que también celebran esta fiesta, no es sin duda como aquí, tan referente y necesario el mantenimiento de un tejido productivo de modistos, restauradores, empresas de montaje y desmontaje, artesanos del textil, artistas sacros, músicos, restauradores y gastrónomos, hoteleros, medios de transporte, y todos y cada unos de los servicios auxiliares que proporcionan, contribuyen y hacen posible toda esta actividad.
Nadie en el mundo celebra sus fiestas, siendo reclamo y clamor mundial, como Sevilla y por lo tanto y de la misma forma, es tal y mayúsculo el estropicio económico y social que esta luctuosa pandemia producirá en Sevilla, que tienen que ser proporcionales, importantes y de mayor calado que para otras zonas del país, las medidas que se tomen por parte del Gobierno de España, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, para revertir esta situación, de la mejor manera posible para Sevilla y su área de influencia.
Igual que es inconcebible Sevilla sin sevillanos, por mucho que el escritor lo declamara… quién nos iba a decir que aquí estaríamos otra vez con «Sevilla sin su Semana Santa y Feria»… y dos años seguidos!.
Tremendo.