Uno Di Noi

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Por Diego Jiménez.

“El éxito es obtener lo que quieres, la Felicidad es querer lo que obtienes”  

Esta frase brutal de Ingrid Bergman, viene muy al caso de la reciente marcha de Monchi de la dirección deportiva del Sevilla FC, Un Club que en apenas una semana ha vivido en las dos orillas de la felicidad y la agitación; de la maravillosa noche de Budapest que le regaló al sevillismo la Séptima UEFA Europa League, al “bombazo” del adiós de Monchi rumbo al Aston Villa de Unai Emery.

Desde entonces y hasta hoy, he leído de todo sobre lo que se ha convertido, sin duda, en uno de los culebrones del verano futbolístico en España a modo de obra de teatro por entregas. Que si comidas con el presidente Pepe Castro y el vicepresidente Del Nido Jr.; que si encuentros en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán en los que a Monchi se le veía aparecer a través de los cristales de su coche; que si consejo de administración si la presencia del director deportivo; hasta el esperpento último de la salida de Monchi a pie desde el estadio, multa de zona azul incluida, la entrada con su coche, su marcha desde dentro del estadio y la llegada posterior de Fernando Navarro.

El sevillismo y en especial la fiel grada de Gol Norte, con la que tanto se ha sentido identificada Monchi, no lo podía creer. La pesadilla de 2017 con su marcha a la Roma volvía a repetirse ahora con destino a Birmingham, para unir su destino a un entrenador que tanta gloria le dio al sevillismo y junto a futbolistas reconocidos como Diego Carlos o Alex Moreno.

Gracias Monchi por contribuir a regalarle al sevillismo la construcción de un Sevilla FC más grande en Europa, más respetado, Heptacampeón, el auténtico Rey de la UEFA Europa League.

Tiempo habrá para que cada cual saque sus propias conclusiones de una salida en la que se dinamitaron muchas cosas, especialmente las formas. El tiempo dirá si hay despedida en el antepalco del Sánchez Pizjuán y si das alguna explicación sobre tu marcha – la afición lo demanda -, aunque por lo que te conozco nunca has sido hombre de dar portazos en el Club que también te dio prestigio y grandeza.

No saldrá de este Rincón del Periodista ni una sola palabra de reproche o censura hacia tu persona y la decisión tomada, entre otras cosas porque nadie como tú sabe la temporada que has vivido y sufrido, que te han llevado a dar el paso de tu marcha.

Prefiero quedarme con lo bueno de tu profesionalidad y tu persona, querido Monchi. Permíteme que recuerde a nuestros lectores el post que escribiste el pasado 1 de junio en twitter, en el que sostienes un megáfono en la noche hermosa de Budapest: “La foto. Un año de sufrimientos y una noche de felicidad reflejados en una foto. Gracias a los guardianes de Nervión por dejarme ser uno de vosotros. Cuando más llovía, más me habéis demostrado vuestro cariño. No lo olvidaré nunca. Mi tío tenía razón”…  

Comienza el Sevilla FC post-Monchi en la que a muchos sevillistas se la cae tu figura, mientras que otros muchos te seguirán considerando como “Uno di Noi”.

Suerte en tu Presente Ramón y disfruta del fútbol.