Visitamos Casa Kiko de la Chari

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Javier Compás.

Ver la pizarra del día en Casa Kiko de la Chari ya es entender, sobre todo para un sevillano, la filosofía de esta casa: “Hoy: Ensaladilla. Papas guisás con carne (de ternera)”. Toda una declaración de principios en un bar que justifica lo de llamarle “casa” como ninguno. Aquí sí que es de verdad lo del kilómetro cero, los productos de temporada y la elaboración casera. No hay trampa ni cartón, sino 35 años de trabajo de un negocio familiar conducido por María Jesús, Chari para los amigos. De eso y de más cosas charlamos con ella y con su hija Ana María, Nani, en su bar de la calle Herbolario, una tradicional calle del centro de Sevilla entre la Alfalfa y la plaza del Pan.

Centro Histórico – ¿Quién es Kiko el que da nombre al bar?

Chari – Kiko y María Luisa eran un matrimonio que fueron los que me traspasaron a mí el negocio cuando ya eran muy mayores. Yo venía de otro negocio, una cafetería. Cogí esto en Diciembre de 1985.

Centro Histórico – Y desde entonces con comidas caseras.

Chari – Siempre, no ha cambiado la carta desde entonces (nos aclara Nani). Aquí (dice Chari) tenemos por ejemplo todos los días potaje de garbanzos – Y nos habla brevemente de los diversos guisos de garbanzos, blancos y “coloraos”.

Centro Histórico – También es tradicional la forma en que se ofrecen las tapas y platos. Pizarra de tapas a muy buen precio, para probar varias y también un menú del día y platos combinados. Algo raro ya de ver en el centro de la ciudad.

Chari – Tapas, medias y raciones. Además le hago a quien sea lo que quiera, solo tiene que llamar y pedírmelo, aquí viene mucha gente que se lleva la comida a casa, pero no ahora, desde siempre.

Centro Histórico – Hablando de eso, imagino que lo del COVID también os habrá afectado.

Chari – Claro. Algunos días nos hemos acercado a los números habituales, pero no llegamos al 100% de antes. Tenemos un pequeño comedor interior, la barra y las seis mesas de la terraza, todo con las distancias y limpieza que las medidas de seguridad requieren.

Centro Histórico – ¿Y el personal?

Chari – Esto es un negocio familiar – Esto es un matriarcado (puntualiza Nani y Chari ríe) – Yo tengo aquí a mis cuatro hijos y a mis sobrinos. Tengo dos a medio día y dos por la noche.

Centro Histórico – Pero en la cocina manda usted.

Chari – Yo mando en todo (risas). Lo hago todo, menos empanados y otras cosas que ellos me ayudan. Yo llego muy temprano, antes de las ocho de la mañana tengo los tres fuegos encendidos.

Centro Histórico – Tenéis un público muy fiel de Sevilla, pero me consta que también os llegan extranjeros.

Chari – Nani lleva las redes sociales, pero lo importante es el boca a boca. A través de la red lo ven, vienen muy bien preparados, con su móvil, sobre lo que hay que pedir. Lo que más llegan son japoneses.

Centro Histórico – ¿Qué es lo que más viene buscando la clientela?

Chari – Los guisos – Comida de madre, cuchareo (apunta Nani) – Aquí tenemos tapas que ya apenas se ven en ningún sitio. Nuestro lema (sigue Nani) es “sentirse como en casa”, acogemos como una familia y le damos ese calor a los clientes.

Centro Histórico – Este siempre ha sido un bar de barra llena.

Chari – Hasta tercera fila ha habido aquí, mira que esto es estrecho, ahora esto no se puede claro.

Centro Histórico – ¿Y abrís a diario?

Chari – Yo abro a diario, salvo los domingos y el sábado por la noche. Además cerramos a nuestra hora por la noche porque no queremos tampoco molestar a los vecinos.

Centro Histórico – Y el futuro próximo ¿cómo lo veis?

Chari – Vamos a tardar mucho en volver a lo de antes. Yo en el confinamiento (encierro dice Chari) cocinaba todos los días para mi familia.

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