Por Antonio Jiménez-Riquelme.
Qué decir de D10s hecho futbolista, como tantas veces escribí en los últimos años. Qué lástima y dolor, pero se veía venir el triste desenlace.
Lo cierto y verdad es que ayer, sin más intención que ilustrar un tuit, sobre lo importante de llegar a la quinta jornada de champions con la clasificación en el bolsillo para los octavos de final de la antigua Copa de Europa, ilustré dicho tw con una de esas cientos de fotos que te llegan por tantos grupos de wassap en el que uno está, no se sabe muy bien por qué.
Maldita sea mi estampa!!! horas después de poner dicha foto, donde Diego Armando Maradona desafiaba con el balón, como tantas y tantas veces hizo sobre el cesped, la mirada mitad temerosa mitad de admiración, de Ronald Koeman y Hristo Stoichkov, que no soportan el pedestal inalcanzable para ellos en el que aquel ya decadente Maradona sevillista vistió los colores blanquirrojos.
Yo que no me hice fotos con Diego en aquella época, pero que recuerdo como si fuera ayer cómo ÉL sólo le ganó al realdemadri 2-0, o como a 17000 km de aquí, vi a mi Sevilla F.C. en 1993, cuando ni se soñaba el internet, ni había RRSS, ni casi móviles… en India, sí, en el mismo subcontinente hindú, recordé su GRANDEZA y cómo nos puso en el mapa.
Ya lo he contado alguna vez, incluso escrito, pero la ocasión merece el recuerdo… y tanto.
Tras la resaca sevillana post Expo92, hubo que buscarse la vida y ni corto ni perezoso, marché junto a mi buen amigo fotógrafo José Manuel Ramírez, para trabajar, por un encargo y durante tres meses, a India. Allí y en aquellos momentos (hace 27 años) llegábamos al hotel fulminados, tras interminables jornadas de rodaje (por entonces quien les habla, era un joven operador de cámara de televisión) y por costumbre, mientras arreciaba la ducha en la habitación del hotel que tocaba, poníamos la tv india de fondo, de banda sonora.
Cuando un día de aquellos llegaron los resúmenes de las ligas europeas, un martes por descontado, que las imágenes llegaban un día más tarde del lunes -estábamos en Asia- los equipos que salían de la época siempre eran el Bayern, Manchester, Milan, y de aquí los dos de siempre, pero mira por dónde, medio entendí algo de la «spanish league» y un gol del astro argentino en «Seville».
Tropecé, llamé a voces al compañero y allí que aparecía en el destartalado televidor de finales de los 80, la bombonera de Nervión. Era el gol de D10s al Sporting de Gijón, aquel recordado control con el pecho y volea a la media vuelta de cine. Un golazo, de Diego, que nos puso aquella noche en el mapa, aquel día en India, Madras para más señas, y a saber en cuantos millones de hogares más del mundo entero, que no lo duden, si no lo hubiera metido el Dios del balón redondo, jamás hubiera aparecido en la tv india la camiseta de nuestro Sevilla F.C.. Hoy y tras tanta plata y gloria conseguida en los últimos 20 años, seguro que salimos y mucho, pero en 1993 ni soñarlo por aquellos lares.
Tomo prestado para terminar este texto, del gran Navarro Antolín, aquello de ¡y no pueden con él, y no pueden con él…! que ayer escribió el subdirector del Diario Sevilla. Disculpa Carlos, pero es que esto ya lo cantaba yo hace 30 años, en gol norte…