Investigadore/as del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), en colaboración con la Universidad de Lund (Suecia) y el Imperial College de Londres, han identificado una importante relación entre una proteína llamada galectina-3 (gal3) y la enfermedad de Parkinson.
Según los resultados, publicados recientemente en la prestigiosa revista Acta Neuropathologica, esta desempeña un papel crucial en el desarrollo y la progresión de esta enfermedad neurodegenerativa, por lo que es una potencial diana terapéutica de alto interés para el tratamiento de la enfermedad.
El estudio ha sido dirigido por los Dres. José Luis Venero (IBiS), Tomas Deierborg (Universidad de Lund) y Francesco A. Aprile (Imperial College London).
La investigación pone de manifiesto el papel de la proteína gal3 en la enfermedad de Parkinson, conocida por la muerte de las neuronas responsables de coordinar el movimiento. Esta proteína se conoce por estar implicada en otros procesos neurodegenerativos (como en el alzhéimer) y enfermedades metabólicas lo que amplía su relevancia en el campo de la investigación médica.
Mediante el estudio de cerebros de pacientes fallecidos con párkinson y ratones transgénicos sin la proteína gal3, se demostró la asociación directa entre la presencia de gal3 y la formación de cuerpos de Lewy, que son acumulaciones tóxicas de proteínas que aparecen en las neuronas afectadas por el párkinson. Estos hallazgos son significativos ya que al someter a ratones transgénicos sin gal3 a un modelo de la enfermedad de Parkinson, no desarrollaron síntomas motores ni experimentaron la pérdida de neuronas. «Es importante destacar que estos ratones no desarrollaron ningún tipo de síntoma y mantuvieron sus neuronas aparentemente sanas, a pesar de acumular cuerpos de Lewy. Esto indica que al eliminar la gal3, logramos retrasar y ralentizar la progresión de la enfermedad», enfatiza el Dr. Juan García Revilla, autor del estudio e Investigador del grupo Envejecimiento Neuronal del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS). «Si pudiéramos trasladar estos resultados a nivel humano, sería un avance importante en el tratamiento del párkinson, dado que actualmente no existen terapias que puedan cambiar o retrasar la evolución de la enfermedad. Confiamos en que la relevancia de la gal3 en los seres humanos también sea alta, ya que esta proteína está ampliamente presente en los cerebros de los pacientes con párkinson».
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas para el desarrollo de terapias dirigidas a la proteína gal3, lo que abre la puerta a nuevas posibilidades en el manejo, mitigación y tratamiento de la enfermedad de Parkinson.