La Fuente de Mercurio vuelve a brillar en el Alcázar

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Tras la restauración de la estatua de Mercurio en el Estanque del mismo nombre del Real Alcázar de Sevilla (1572-1577) se ha recuperado el brillo de este espacio renacentista dedicado al dios símbolo de la astucia, la inteligencia, la práctica y la habilidad, además el protector de las actividades profesionales que requieren estas dotes. Dios también de los caminos, de los mensajes y de los ladrones

La restauración integral del Estanque de Mercurio y su entorno en el Real Alcázar. ha finalizado, concluyendo así un proyecto, considerado de los más importantes en décadas para la conservación del monumento y que devuelve a este emblemático espacio su esplendor.

El Estanque de Mercurio, construido en el siglo XVI como parte del programa renacentista del Alcázar, es una obra única que incluye la icónica escultura del dios Mercurio, creada en 1576 por Diego de Pesquera y Bartolomé Morel, y pinturas murales de Vermondo Resta. 

La restauración ha implicado la limpieza de lodos acumulados en el estanque, la reparación de grietas estructurales y la implementación de sistemas modernos de filtrado y recirculación de agua para garantizar su sostenibilidad. Además, se han utilizado técnicas avanzadas para respetar los valores históricos y artísticos del espacio. Paralelamente, se han rehabilitado los jardines colindantes, devolviéndoles su conexión con el espíritu renacentista.

Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la preservación de la escultura original de Mercurio, cuya fragilidad y valor histórico han llevado a su traslado a la Sala Expositiva del Apeadero Alto, actualmente en proceso de adecuación. Una réplica exacta de la figura, realizada con tecnologías avanzadas, ha sido instalada en el estanque para mantener su estética original sin comprometer la conservación de la pieza histórica.

El alcalde destacó la importancia histórica y cultural del Estanque de Mercurio, recordando que fue un lugar frecuentado por miembros de la Generación del 27, como Federico García Lorca, quien recitó allí su célebre Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Según Sanz, este espacio es un símbolo de la identidad sevillana y un reflejo de su legado cultural.

La restauración ha supuesto una inversión total de 443.000 euros, de los cuales 316.000 euros se destinaron a los trabajos principales y 127.000 euros a intervenciones complementarias. «Esta cifra no es solo un gasto, todo lo contrario, es una inversión en nuestra identidad, en nuestro legado, y en el futuro de Sevilla como referente cultural y turístico a nivel internacional».