La exposición Arquitecturas en proceso, del artista Antonio López, inaugurará la programación de la XXII Semana de la Arquitectura de Sevilla, que tendrá lugar desde el lunes 2 al sábado 7 de octubre.
Comisariada por el decano de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, Daniel Bilbao, y bajo la coordinación del vocal de Actividades, Juanma García Nieto, la muestra estará abierta al público desde el 2 de octubre hasta el 17 de noviembre en la sede del Colegio (Pl. Cristo de Burgos, 35, Sevilla), de lunes a viernes, de 9-14 h., y las tardes de martes y jueves, de 16-19 h.
Exposición Arquitecturas en proceso, del artista Antonio López
Toda creación pictórica conlleva un proceso en el que planteamientos conceptuales y técnicos deben encontrar el preciado equilibrio armónico que eleve la obra a dimensiones artísticas. En base a ello, a lo largo de la historia se han escrito abundantes tratados que van desde la ambición enciclopédica de Plinio el Viejo (1) a los consejos precisos de Cennino Ceninni (2), de la inquietud científica de Leonardo da Vinci (3) al rigor explícito de Francisco Pacheco (4), de la indagación biográfica de Vassari (5) al contemporáneo recetario de Max Doerner (6).
No es habitual que un artista permita que su obra se muestre públicamente sin que la haya concluido. La exposición Arquitecturas en proceso, de Antonio López, supone un hito, una oportunidad para aproximarnos a los procedimientos y planteamientos del artista, a sus dudas y aciertos, a sus acotaciones precisas y sus arrepentimientos, en definitiva, un acercamiento a sus desafíos y logros sobre el soporte pictórico.
En diciembre de 2022, la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y la Real Academia Santa Isabel de Hungría invitaron al artista a participar como conferenciante en el I Ciclo de Dibujo, de la tradición académica a la modernidad contemporánea. Al hilo de esta visita a la ciudad surgió una propuesta singular consistente en exponer las obras de tema urbano que iniciase en 2015, haciendo coincidir la muestra con la Semana de Arquitectura.
La exposición se proyectó, inicialmente, con la muestra de los dos cuadros de gran formato, aún en proceso, que Antonio López inició en 2012 desde la Torre de Schindler, que diseñó el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra para el Pabellón de la Navegación de la Exposición Universal de 1992. A estas dos obras se ha sumado una tercera que representa un paisaje de Madrid con puntos de vistas semejantes, también en proceso.
La relación de Antonio López con el entorno urbano es poliédrica, abordando diversos puntos de vista, desde la visión natural del viandante frente a perspectivas elevadas en las que nos muestra una panorámica dominadora de la ciudad.
En cada una de sus obras el espectador puede percibir la desnudez del proceso creativo, la profusión de recursos plásticos y la destreza de sus pinceles. Es sobradamente conocida su dimensión del tiempo y sus dilatados procesos de ejecución, quizás más por su propio interés y disfrute del camino, de la búsqueda en sí, que por la necesidad de finalizar cada obra. De alguna forma pareciera que el pintor atendiese los consejos del poeta Kavafis en su poema Itaca (7):
||Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
Pide que el camino sea largo,
Lleno de aventuras, lleno de experiencias…||
Pintores como William Turner, llevaban al extremo su afán por el perfeccionismo. «Se dice que le gustaba terminar sus cuadros momentos antes de inaugurarse una exposición, porque de esa manera podía ver la obra de sus rivales…». (8)
La luz de Sevilla le seduce, especialmente la luz del verano, por ello ha trabajado en estas obras en intervalos de mayo a octubre. En palabras del autor «En verano es como más Sevilla, porque el calor potencia lo esencial, lo que yo siento de Sevilla», explica un artista que asegura estar buscando en estas obras «la luz sobre Sevilla, «sobre ese blanco amarillento» que a Antonio López le recuerda a África». (9)
Desde que las iniciase en 2012, estas pinturas se han visto afectadas por diferentes circunstancias y factores de conservación que han ido dejando huellas sobre ellas, y que el autor integra como hallazgos, en algunos de los casos. Así, pueden observarse cotas de medición, hilos de referencia manchas rectificadas y rotos casuales que desvelan el estado procesual de estas obras; «Si vamos a mostrar los cueros los mostramos tal cual» (10), estas palabras del autor en relación a esta exposición evidencian su honestidad sin ambages, posicionamiento que nos trae a la mente la frase de Goya «El tiempo también pinta» (11), con la que el maestro aragonés desvelaba su sensibilidad al apreciar la huella que el tiempo deposita sobre las obras de arte.
A partir de ahora, Antonio López trabajará las obras en su taller de Madrid, con el apoyo de estudios del natural de menor formato que realizará en Sevilla y que le permitirán seguir el proceso en su atelier de la Colonia de los Rosales.
Esta exposición es una ocasión única para apreciarlas en el estado actual, desvelando los exclusivos procesos alquímicos de Antonio López e invita a deleitarnos con la alta cocina pictórica del autor.
Texto de Daniel Bilbao